Gong Urbano por la Paz - Lavalle y Florida - Buenos Aires













El sonido del Gong - La segunda experiencia (Bautismo de fuego)

Texto de Antonio Victor Boragina Farina (Tony)

Agresión, impedimento, cuestionamiento, luchas de espacios y de poderes, la amenaza flotaba en el aire naturalmente enrarecido.
La manifestación del encuentro de energías como de choque dispara la máquina de impedir en su funcionamiento a pleno.
Una cierta angustia e incertidumbre del próximo segundo fue el paisaje natural de un circo lleno de fieras deambulantes.
El inframundo en plena manifestación con sus criaturas desplegadas.

De pronto alguien irrumpió en el paisaje, ajena de pertenencia como extranjera con una luz de energía armónica que desentonaba en la onda energética imperante.
El Gong se mostró espléndido, noble, imponente.
Comenzó a sonar y los armónicos tímidos desplegaron la poesía.
La jauría desatada fluye en incesante gentío, mercaderes del dinero, turistas, trabajadores y mutantes.
El primer despierto conectó inmediatamente, noble señor de una orden olvidada, “vendedor de pan” su rostro lo dice todo.
La amenaza fue cediendo espacio, el inframundo se fue desintegrando iluminado por la vibración, enorme imponente, vibrante, penetrante.
Meditadores circunstanciales y el OHM que fluye en natural cascada.
La población fue decantando en gente casi “folklórica”, como con raíces, como nativa.
El asombro, la sorpresa, el rapto de atención como en flash, imprime el mensaje del Gong como a fuego.
Un alma algo impedida disfruta del sonido perfumando con su OHM y su respiración, la comprensión plena del mensaje sonoro.
Otra alma ingenuamente ignorante me invita a romper el código de silencio y lo invito a descubrir los armónicos que lo transforman como un baño incomprensible, la palabra escrita velaba el mensaje, pero ya no hizo falta, y su transformación llegó temprana.
El borracho.
Y el mercader ya no podía seguir comprando almas.
En un momento pensé que nos comían crudo.